Una extraña muy conocida
- Por saramillor
- El 26/07/2017 a las 18:33
Cuando ya nadie lo esperaba, volvió. Con una apariencia totalmente distinta a la que yo recordaba, aparentando normalidad. Se había presentado hace una semana en la recepción del edificio, preguntando por un cuarto vacío en el que poder hospedarse un tiempo. Sin opción a cambio, se acomodó en la habitación 21, enfrente a la mía. Aunque todo había quedado en el pasado, no acababa de confiar en ella. Siempre masticando chicle, precavida y segura de sus pasos. Sabía que en las noches estrelladas subía a la azotea sin malas intenciones, y a altas horas de la madrugada, bajaba a la cocina a por una infusión. Ambas teníamos una rutina muy marcada, antes más que ahora, pues nuestras vidas lo exigían. Yo tampoco era de acostarme pronto, por lo que en ocasiones escuchaba golpes secos contra los muebles, y profundos suspiros de agobio. Al contrario, por las mañanas era otra persona. Siempre fresca y alegre. Cogía una manzana verde del frutero y se sentaba con nosotros a charlar. Esquivaba con éxito los temas peligrosos y nosotros evitábamos las preguntas incómodas. Más allá de no querer parecer entrometidos, dos de nosotros estábamos involucrados en lo mismo que ella, a pesar de que cinco años habían sido suficientes para esconderlo a la perfección. Pero con ella en el edificio debíamos evitar que algo saliera a la luz.