Nuestras sonrisas
- Por saramillor
- El 04/01/2018 a las 19:06
Dentro del cajón de recuerdos de la memoria están guardadas las sonrisas de todos vosotros. Son miles y miles, de todos los tipos. Sonrisas desganadas, exhaustas, resplandecientes. De esas que dijeron Gracias y Me alegro de volver a verte. De las que volvían a casa y soplaban las velas de una tarta de cumpleaños. Por la puerta de la mirada entran esas sonrisas alentadoras, casi infinitas, en tiempos de fatiga. Como en casa están las sencillas en las mañanas de lunes, las que sonríen al cielo y las que ríen sin parar, sin sentido. Con cariño especial se quedan las que sonrieron con brackets, las de oreja a oreja, las sonoras y en especial, las exageradas y las contagiosas. Las que volvían en sueños, las que recordaban a otra persona. Que confundían y paralizaban. Las regaladas al espejo, al público, a la cámara y a nosotros mismos. Las de mérito propio y las acompañadas de lágrimas y mejillas ruborizadas. En el rincón de pensar descansan esas de medio lado, las indecisas, las rebeldes y las acompañadas de guiños. Las que retaban, atravesaban y mataban. Las difíciles y las que tenían sed de venganza. Las falsas, las fingidas, las que decían todo sin una palabra. En sinfonía llegaban las de grupo, de cotilleos, secretos y ligues. Todas las calladas por mucho tiempo, y las que no se dejan ver a menudo. Las emocionadas, las nerviosas. Y sobre todo, las inaguantables, las explosivas. Todas aquellas que salieron a flote al jugar con el mar, montar en una atracción, estar en el aire, jugar con la noche en los parques... Las del Sí y de las promesas. Las de fin de año y año nuevo. Las de siempre, las de la magia. Las suyas.