irreal

  • Una Aventura Futurista

    La Luna, año 2067. Después de cinco días y medio de viaje en nuestro cohete espacial, el "Shuttle XX", la squad llegaba a su destino. Cansados de La Tierra en aquel tiempo, habíamos decidido arriesgarnos a una nueva aventura. Allí ya no teníamos nada que perder. Habíamos estado viendo fotos y leyendo artículos de personas contando su experiencia. La última expedición había sido hace 4 años, habiendo dejado allí una población de 20 habitantes. Lo que no sabíamos era que aquel lugar era muy distinto a como lo conocíamos. Aterrizamos a primera hora de la mañana, según el nuevo horario allí establecido. De inmediato, nos recibieron dos asistentes. Se encargaron de nuestro equipaje y nos acompañaron a la que sería nuestra casa aquellos próximos días. No era en absoluto parecida a la de las fotos. Era un amplio bloque geométrico, con una amplia cristalera desde la cual se veía el Sistema Solar. Los cráteres se habían convertidos en pequeñas bañeras y había visitas guiadas por asteroides. Nosotros preferimos ir por nuestra cuenta. Llegamos a una parte en la que hacía mucho calor, los seis con la ropa de verano que nos regalaron en el hotel. El suelo estaba completamente cubierto de arenisca blanca y reluciente, aunque un poco molesta. Allí cerca había un puesto de batidos lunáticos, y un concierto del Dj selenita MGxx. Por si eso no fuera suficiente, mientras nos relajábamos en las pozas volcánicas Nacho conoció a una pareja de habitantes Mexicanos, quienes nos acompañaron el resto de nuestra aventura.